The Vulture's Nest: Ermitaño

martes, febrero 21, 2006

Ermitaño



El ermitaño de la montaña iba y venía sin sentido, parecía haber perdido la razón. Sus frágiles huesos resistían a duras penas la carga de su extenuante vida. Su boca ya no masticaba y su garganta ya no tragaba. Dormía por las noches y soñaba con la muerte, su muerte.


De noche los demonios asechaban su cabaña, el miedo a aquello desconocido lo aterraba. De día sus actividades le mantenían su cabeza y boca frescas, su piel tersa y su alma tranquila. Su cabeza se hallaba en otro lugar.


Día tras día era lo mismo, día tras día respiraba cada vez menos y sus días se hacían más cortos. Noche tras noche los demonios asechaban su morada, lo observaban por la ventana mientras dormía, lo escuchaban roncar y darse vueltas en la cama. Asimismo la luz del alba los espantaba como santo remedio.

Y así vivió el ermitaño hasta unos años más tarde cuando resbaló accidentalmente dentro de su cabaña y se quebró ambas piernas. Se quedaría ahí, cuál animal desamparado, sin poder salir de su ahora entonces maldita madriguera. Los demonios eran ahora más fuertes y querían devorarlo, él estaba débil y lo sabía.

Una noche muy muy oscura y muy muy callada, el viejo sintió como se habría la puerta, cerró los ojos y respiró profundo. Sintió que una mano helada le tocaba la nuca y que continuaba por su espalda. Trató de respirar y no pudo, ese había sido su último respiro. Sus demonios le habían alcanzado.