Fuego.

"Estoy convencido de que la interpretación matemática pura permite descubrir los conceptos y las leyes que los relacionan, y eso nos da la clave para comprender la naturaleza...En cierto sentido, pues, yo creo que el pensamiento puro puede captar la realidad, como soñaban los antiguos."

ALBERT EINSTEIN, 1936

Dedicó toda su vida a descubrimientos que revolucionarían su mundo, cosas que nadie había imaginado jamás. La gente se asombraba ante la luz de tales conocimientos, lo miraban incrédulos, con miedo. A él parecía no importarle, su intelecto era superior, el comprendía las cosas en otro escalón. Era una falla de la evolución, era superior. Generaba desconfianza y envidia entre sus pares, su éxito lo hacía despreciado por quienes no gozaban de éste, siempre ha sido así. Poseía un status superior, fama y mujeres. Se le había proporcionado el destino de su pueblo, sí, ahora era un líder.

Un día despertó con la cabeza machacada por una roca en el fondo de la cueva. Pies podridos lo había matado, ahora él llevaría el destino de la tribu, el procrearía con las hembras y gozaría de todos su privilegios. He aquí el fin del inventor del fuego.